Antes de nada debo decir que esta entrada no versa sobre ningún conocimiento relacionado con el surf y tampoco es política, para el que se pueda confundir, Dios nos libre en horas tan bajas; y antes de solar un discurso, que pueda hacer desistir a alguien de seguir con la lectura, recomiendo que veáis este documental que en principio ha sido incluso vetado en Méjico, no es el típico de un hombre inocente en la cárcel, es que en Méjico rige la “presunción de culpabilidad”, eres culpable mientras tu mismo no demuestres lo contrario, de tal manera que si no quieren oir aquello que tienes que decir, por mucho que pruebes que eres inocente, te pudres en la cárcel aunque no hayas hecho nada; no sabemos la suerte que tenemos con el hecho de que nuestro Código Penal regule la “presunción de inocencia”, eres inocente hasta que no se demuestre lo contrario. El documental ha impulsado una reforma de la Constitución mejicana con el fin de instaurar la presunción de inocencia y esto no es cuestión baladí. El documental es muy bueno y merece la pena verlo, os lo recomiendo, son seis partes:
El documental ha sido elaborado por dos juristas mejicanos, los primeros en poder introducir unas cámaras a las instituciones penitenciarias de dicho país; llama la atención el índice tan alto de juicios donde ni siquiera esta presente el juez y todo se desenvuelve ante un simple funcionario, ¿qué tipo de justicia es esta?, posiblemente en el documental este presente el juez por el hecho de que se estuvieran grabando dichas imágenes; llama también la atención la figura de la fiscal, que no abre la boca casi para hablar y cuando lo hace ni se le oye, así como que lleve preparadas las conclusiones en un disket; y que decir de los careos con los detectives y policías, o con el propio testigo principal; o de esa prueba de pólvora, donde ni siquiera se requiere a aquel que las hizo para que alegue lo oportuno; o de los testigos que afirmaron que en el momento en que se cometió el delito estaba el presunto con ellos; etc…; todo un despropósito!!!!!!!
El documental deja al descubierto una Administración de Justicia que no ha sabido evolucionar y a lo que posiblemente se le podría sumar que el alto índice de delincuencia en el país la desborda por completo. Su sistema jurisdiccional, y en especial su “proceso penal”, no ha sabido evolucionar hacia un “sistema acusatorio formal”, con dos fases claramente diferenciadas, una de investigación y otra de juicio, con un principio básico “el juez que instruye no puede decidir”, y donde cobra un mayor protagonismo esa segunda fase, donde el juez valora la prueba y decide. El proceso penal mejicano sigue arraigado en la vieja forma inquisitiva, donde cobra un gran protagonismo el juez, que investiga, decide y acusa, dándole un mayor protagonismo a la prueba, y no a lo que el juez valore, con el consiguiente peligro de que las pruebas sean falsas o falseadas. Históricamente se ha demostrado que se administra mejor la justicia si se hace de forma contradictoria, y esperamos que prospere esa reforma de su constitución, para no tener que repetir más ese dicho de que “la justicia es como las serpientes, sólo muerde a los descalzos”.
El documental ha sido elaborado por dos juristas mejicanos, los primeros en poder introducir unas cámaras a las instituciones penitenciarias de dicho país; llama la atención el índice tan alto de juicios donde ni siquiera esta presente el juez y todo se desenvuelve ante un simple funcionario, ¿qué tipo de justicia es esta?, posiblemente en el documental este presente el juez por el hecho de que se estuvieran grabando dichas imágenes; llama también la atención la figura de la fiscal, que no abre la boca casi para hablar y cuando lo hace ni se le oye, así como que lleve preparadas las conclusiones en un disket; y que decir de los careos con los detectives y policías, o con el propio testigo principal; o de esa prueba de pólvora, donde ni siquiera se requiere a aquel que las hizo para que alegue lo oportuno; o de los testigos que afirmaron que en el momento en que se cometió el delito estaba el presunto con ellos; etc…; todo un despropósito!!!!!!!
El documental deja al descubierto una Administración de Justicia que no ha sabido evolucionar y a lo que posiblemente se le podría sumar que el alto índice de delincuencia en el país la desborda por completo. Su sistema jurisdiccional, y en especial su “proceso penal”, no ha sabido evolucionar hacia un “sistema acusatorio formal”, con dos fases claramente diferenciadas, una de investigación y otra de juicio, con un principio básico “el juez que instruye no puede decidir”, y donde cobra un mayor protagonismo esa segunda fase, donde el juez valora la prueba y decide. El proceso penal mejicano sigue arraigado en la vieja forma inquisitiva, donde cobra un gran protagonismo el juez, que investiga, decide y acusa, dándole un mayor protagonismo a la prueba, y no a lo que el juez valore, con el consiguiente peligro de que las pruebas sean falsas o falseadas. Históricamente se ha demostrado que se administra mejor la justicia si se hace de forma contradictoria, y esperamos que prospere esa reforma de su constitución, para no tener que repetir más ese dicho de que “la justicia es como las serpientes, sólo muerde a los descalzos”.